Te ayudamos a comprar un piso

Ante una decisión tan importante en la vida de una persona como es la compra de una vivienda, cobran cierta importancia preguntas como las siguientes:

• ¿Cuánta información es capaz de almacenar una persona cuando ve un piso?
• ¿Se toman las decisiones de forma consciente o inconsciente?
• ¿Es bueno comprar la casa de la que nos enamoramos?
• ¿Hasta qué punto nos engañamos o nos podemos engañar?

Otras preguntas que surgen durante o tras el proceso de compra suelen ir en la siguiente línea:

• ¿Hay algún aspecto de la vivienda o del edificio que se me escapa y que conociéndolo podría cambiar mi interés en el inmueble?
• ¿Habremos acertado?

En relación a nuestras percepciones humanas, es habitual que nuestro cerebro focalice la atención en aspectos a veces positivos y a veces negativos de un inmueble, de modo que si detectamos algún aspecto que nos gusta y nos focalizamos ahí, podemos pasar por alto información de aspectos negativos.

Ante estas circunstancias innatas al ser humano, cobra especial importancia obtener un buen asesoramiento y ayuda de profesionales, no solo a la hora de vender un inmueble, sino también al comprar.

La labor de un verdadero Asesor Inmobiliario no se debe ceñir a ser un enseñapisos, sino que debe ofrecer un valor añadido a través de su servicio y así se lo debería exigir el cliente.

¿Qué características debería reunir un buen Asesor Inmobiliario en su relación o gestión con un Demandante o comprador?

Honestidad

En primer lugar, el buen Agente Inmobiliario debe ser honesto: debe comunicar los aspectos positivos del inmueble, aquellos de los que se enamorará su cliente.

Pero también debe expresar los aspectos negativos (no basta con incluirlos digamos en la letra pequeña sino que, sin ser insistente, tiene que transmitir esos aspectos de forma que se haga evidente que el cliente comprador ha recibido el mensaje sobre esa circunstancia.

El Asesor debe asegurarse de que se ha dado cuenta.

Detectar las capacidades personales

En su relación con el comprador-demandante, el buen Asesor Inmobiliario deberá ser capaz de detectar las necesidades personales, los gustos y los deseos, así como el presupuesto y las posibilidades del demandante-comprador de vivienda.

Si no las conoce, será difícil que enfoque correctamente su búsqueda y, por tanto, más que ayudar, hará perder el tiempo a su cliente comprador.

Si los conoce, será capaz de encontrar ese inmueble que puede encajar al comprador o demandante, enfocando correctamente la búsqueda y ahorrando esfuerzos.

Información del inmueble

El buen profesional deberá tener una información completa del inmueble que vende:

• En cuanto a sus características físicas, no debe ocultar, como hemos indicado más arriba, ni los aspectos buenos ni los negativos del inmueble.
• En cuanto a sus características legales deberá conocer, antes de iniciar la comercialización de la venta, la situación exacta de cada inmueble en cuanto a su situación urbanística, fiscal, jurídica e incluso en cuanto a la legitimación de los titulares de la propiedad para su venta, para que toda la tramitación se desarrolle con total seguridad y sin imprevistos.
• En lo concerniente al edifico y a lo que se cuece en la comunidad de propietarios, el buen Asesor debería realizar una verdadera investigación para conocer todo lo que acontece en ella. En concreto, todo lo relativo a obras realizadas en el pasado por la comunidad, a obras aprobadas y pendientes de ejecutar, pagos o derramas aprobadas y en curso y finalmente, obras o mejoras que, aunque no estén aprobadas, van a tener que acometerse en el futuro más o menos lejano.
• De los gastos que una compra puede suponer para el cliente (precio, fiscalidad…).

Conocer el mercado

El buen profesional debe conocer el mercado con profundidad. No es un buen profesional quien tiene una pequeña paleta de inmuebles en oferta y trata de vender a cualquier costa uno de sus pisos al demandante.

Ese tipo de agente es un mero vendedor, como se podía conocer hace 30 años, pero no de un Asesor Inmobiliario actual que debe ofrecer y al que se debe exigir un Valor añadido en su servico.

No presionar

El buen profesional no debe presionar, sino informar y asesorar en todo el proceso de venta para lograr que el comprador tome la decisión más adecuada a sus intereses.

A veces deberá hacer ver que un inmueble en el que el demandante-comprador se focaliza en algún aspecto negativo, sin embargo puede ser realmente ese el inmueble que realmente busca, pero que no llega a percibirlo.

Si conoce bien las necesidades del cliente, el Asesor Inmobiliario deberá ser capaz de argumentarlo para que el cliente decida por sí mismo.

En definitiva, el objetivo de un buen Agente Inmobiliario, en cuanto a un demandante o comprador, debe ser ayudarle a cumplir con sus sueños, transmitirle confianza y seguridad para que se sienta relajado en su proceso de compra y evitar una compra compulsiva.

La compra de una vivienda es una de las compras principales, sino la principal en la vida de una persona y debemos ayudarle a que acierte y sea realmente feliz en la vivienda que va a adquirir.

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